Aquí estoy,
muchísimos meses después publicando un trabajito que acabo de terminar. Es un
quilt hecho con un Jelly Roll.
La
colección es preciosa y la verdad es que es muy difícil hacer algo feo con
estas telas, pero creo que he conseguido sacarle partido.
Pero lo
más novedoso para mi ha sido el acolchado a mano. Es la primera vez que acolcho a mano un
quilt que no tuviera aplicaciones, un quilt con figuras geométricas. Tengo que
reconocer que se me ha hecho muy duro, sobre todo porque todo el rato hace el
mismo dibujo se me hacía muuuy pesado… pero si algo me ha enseñado el patchwork
es a tener paciencia, a saber que poco a poco se consiguen las metas.
Y
hablando de proyectos que se van haciendo poco a poco. Quiero aprovechar esta
entrada para daros a conocer otro proyecto en la que me embarqué y después de
mucho trabajo logré terminar. Es un manuscrito que se llama “Un quilt en Las
Landas”. Es una historia de amor de dos jóvenes vascos que ante la crisis se
buscan la vida en Las Landas, ella entre otras cosas descubre allí el
patchwork, una afición que la hace cambiar en muchos sentidos. Es una historia
que tiene 17 capítulos y mi intención es publicar un capítulo por semana en un
blog que acabo de abrir. Espero que le deis una oportunidad, por ahora solo lo
han leído mis amigos y familia, y les ha gustado mucho, pero creo que las aficionadas
al patchwork como sois vosotras lo vais a entender mucho mejor.
Podéis
encontrar el prólogo y el primer capítulo en el blog: “Un quilt en Las Landas”.
Espero que os guste y me sigáis en estas 17 semanas de incertidumbre.
Un
abrazo y feliz fin de semana!